La dirigencia nacional del PRD parece apostar nuevamente a su descomposición metódica, al informar que no en todos sus distritos electorales y delegaciones se aplicará la mentada encuesta entre aspirantes para definir sus candidaturas. Y como era de esperarse, las y los afectados, ya salieron al quite de sus intereses ya que, el cuestionario, resultaba una herramienta poderosa de independencia electoral de aquellos que siempre han hecho política sin recursos económicos, frente a los otros que, invariablemente, ganan cada proceso interno gracias a sus recursos arrogantes de voluntad partidista.
En un partido político viciado por sus métodos antidemocráticos, donde dominan las tribus con dinero la estructura del mismo, el método de encuesta resultaba una oportunidad para eliminar de hecho la práctica de compra o coacción del voto militante. De tal modo que, por primera vez en largo tiempo, el precandidato de arraigo y, salve lo dicho, sin dinero, tenía posibilidades reales de hacerse de una anhelada candidatura gracias al fruto de su trabajo, cuyo margen vencía al de las corrientes hegemónicas, sin importar los intentos que estas hicieran para comprar la decisión de quienes participarían de la encuesta. Y con mayor razón cuando, las y los encuestados se conforman dentro de la población abierta, sin importar su filiación partidista.
Pero ¡oh virtud corruptora! Sin dar argumentos válidos –acaso la falta de dinero para solventar el pago de una encuesta nacional, por ejemplo-, el PRD ha tachado de su método a ciertos distritos, donde, palabras más palabras menos, pretende imponerse el dedazo. Cabe mencionar, que esta triquiñuela se oficia de último momento y prácticamente no todos los precandidatos fueron avisados.
Por lo pronto, se sabe que acutalmente en el PRD, en materia de candidaturas, todos los caminos apuntan a Manuel Camacho Solís.
De no creerse.
Suscrítete al vlog
