Autobuses con activistas homosexuales fueron apedreados hoy tras participar en un acto con ocasión del Día Contra la Homofobia en la antigua capital zarista rusa. Según informa la agencia Interfax, los autobuses en los que viajaban fueron atacados por un grupo de radicales enmascarados, algunos de los cuales entraron en los salones y golpearon a los pasajeros.
Los radicales arrojaron bombas de humo en la carretera con lo que obligaron a detenerse los autobuses, tras lo cual rompieron las ventanas con piedras y botellas.
La policía tuvo que intervenir pero no consiguió detener por completo el ataque, que prosiguió hasta que los autobuses reanudaron la marcha.
Los radicales persiguieron los autobuses profiriendo improperios y tirando piedras.
El incidente se produjo cerca del parque histórico Petrovski, donde se celebró la manifestación gay y donde pocos minutos antes a otro activista le dispararon en la cara con una pistola traumática.
Según la Asociación Internacional de Gais y Lesbianas, Rusia es junto a Moldavia el país europeo más hostil con las minorías sexuales, mientras los más tolerantes con el Reino Unido, Alemania y España.
El último intento de celebrar una marcha del orgullo gay en mayo de 2011 en Rusia desembocó en choques violentos entre activistas homosexuales y ultranacionalistas, y en la detención de varias decenas de personas.
Según una encuesta del Centro Levada, un 74 por ciento de los rusos creen que los gais y lesbianas tienen una problema mental y son amorales, mientras menos de la mitad opinan que deben tener los mismos derechos que los heterosexuales.
El artículo 121 del código penal de Rusia, que sancionaba con penas de cárcel las prácticas homosexuales, no fue abolido hasta 1993, año en que también se dejó de considerar la homosexualidad como una enfermedad mental.