Una entrevista al primer secretario del Partido Comunista de México ( PCM), Pável Blanco, por parte del periódico Unsere Zeit del Partido Comunista Alemán (DKP), acerca de las elecciones presidenciales en la República mexicana, donde afirma que estos comiciones se basan en «una falsa democracia» y que es preferible «decirle la verdad al pueblo» al respecto.
El 1 de julio se elige a un nuevo presidente en México. ¿En qué forma participa el Partido Comunista de México en estas elecciones?
Desde hace unos años se decidió que para estas elecciones federales se haría con los partidos registrados que contendieron en 2009, que no habrá nuevos registros electorales sino hasta después del 2012, eso significa que los comunistas no pueden legalmente presentarse con su nombre, ni con su programa y candidatos. Los partidos registrados al día de hoy expresan una sola opción electoral, más allá de algunos matices, en el fondo está la gestión del capitalismo, la administración del sistema, lo que refuerza la apreciación de nuestra Conferencia Nacional de Abril de que lo que en México se llama democracia y proceso electoral no son más que una fachada del poder de los monopolios.
No encontramos plataforma ninguna que permita respaldar a Andrés Manuel López Obrador, llamado candidato de las “izquierdas”, y la base de nuestra evaluación es tanto su programa, como la experiencia de su gobierno de seis años en la ciudad de México, y la de su partido y los otros que le apoyan. Económicamente representa a monopolios como el de Carlos Slim, a la burguesía regiomontana (la más antiobrera), a Casas Geo que despoja a los campesinos de sus tierras y lucra con la necesidad de vivienda de los trabajadores, entre otros. Ahora se ve más claro por la disputa intermonopolista entre Slim contra Televisa, TV Azteca, Iusacell y Telefonica, por la telefonía celular y la llamada tercera cadena de televisión, sectores de la economía en crecimiento, en expansión y que dejan superganancias. No es casual que un grupo tan reaccionario como el que edita un diario, vocero de la burguesía de Monterrey, ahora se incline a su favor.
No tiene diferencia con el candidato del PRI, ni del PAN en cuanto a los grandes temas que afectan a los trabajadores. Todos los candidatos mantendrán el TLCAN, reforzaran el TLCUE, los compromisos con el FMI, el BM; las políticas de la crisis capitalista para salvar a los monopolios de la bancarrota, cargando el costo a los trabajadores, medidas para desvalorizar el trabajo, para recortar los derechos sociales, sindicales y laborales.
Más aún, vemos las mismas medidas represivas que el PRI y el PAN, por ejemplo en Guerrero, Gobernado por el PRD se asesina a los estudiantes de Ayotzinapa, en Chiapas se financia a los paramilitares contra el EZLN, en el DF se reprime y hostiga al movimiento social. Hace seis años, la represión en Atenco fue un acuerdo del PRI-PAN-PRD.
Obrador anuncio su Gabinete; en él están gentes como Juan Ramón de la Fuente, que reprimió al movimiento estudiantil e intento la privatización de la UNAM; está Marcelo Ebrard, un hombre de Carlos Salinas de Gortari, y además interlocutor de los empresarios; están los hombres de la burguesía de Monterrey ¿Cómo se puede pensar que es un candidato de izquierda? Es un hombre del capital que presenta la opción de la gestión keynesiana.
Las diferencias entre el PRI y el PAN hoy ya no son muchas, pero la llegada de Peña Nieto a la Presidencia es un gesto muy negativo; por ejemplo, anunció ya la integración como asesor en Seguridad del general colombiano Naranjo, la mano derecha de Álvaro Uribe, dando a entender que viene el paramilitarismo, la agresión escalada al movimiento social y contra los comunistas. Peña Nieto representa también a muchos monopolios, de las telecomunicaciones, del transporte, de varias ramas de la industria, a grupos mafiosos del sindicalismo, a sectores de la oligarquía, es la cara de la corrupción y la represión, del autoritarismo, de la imposición.
Tanto Obrador como Peña Nieto se disputaron en los debates el papel de estabilizadores, de garantes de la “paz social” para que los monopolios, de México o de otros países sigan invirtiendo en México.
Es verdad que hay una disputa intermonopolista, pero de ella la clase obrera, ni otras capas oprimidas de la población, los pueblos indios, las mujeres, tendrán beneficios; gane quien gane vendrá un panorama sombrío para la familia trabajadora.
El PCM que siguiendo las lecciones del movimiento comunista internacional “no es abstencionista por principio, ni partidario de las elecciones en todas las circunstancias” consideró que habría que decir estas verdades a nuestra clase y al pueblo, desenmascarando ésta falsa democracia y colocando la cuestión de la ruptura y el poder popular, y al mismo tiempo promoviendo una alianza social, un frente antimonopolista, antiimperialista, anticapitalista y nuestra propuesta por un poder obrero y popular. Ésta la concebimos con sindicatos, organizaciones, sectores, que lo mismo se abstendrán o que votarán, pero insistimos, que viene la agresión a los trabajadores después del 1 de Julio, y que ya inicia contra los trabajadores de la educación y que la lucha de clases no se interrumpe por procesos electorales.
Varios promueven el voto nulo, o la abstención; nosotros intentamos colocarnos con la alternativa, el poder popular, el derrocamiento del poder de los monopolios; pero hay varias fuerzas socialistas que apoyan a Obrador, por razones tácticas, y basadas en nociones laxas como derecha, ultraderecha, y que cuando menos momentáneamente abandonan las nociones clasistas, la contradicción capital/trabajo, el conflicto socioclasista.
El Movimiento #132 es una expresión de las capas medias que aspiran a otra gestión del capitalismo, que tiene efectos positivos y también negativos. Es un resultado de la crisis, que plantea banderas democráticas, que son ilusorias si no es en el marco de una lucha general anticapitalista, como la democratización de los medios de comunicación e información, pero que objetivamente, si no es en el contexto del poder popular, favorecen la disputa intermonopolista por una tercera cadena televisiva.
Háblanos un poco de la guerra contra las drogas.
El regreso del PRI o la llegada de Obrador significarían un reacomodo de los carteles de la droga. Durante las gestiones del PAN fueron favorecidos algunos y ello abrió la disputa sangrienta por el mercado, más de 60000 muertos. Todos los candidatos hablan de mantener al ejército en las calles. Los EEUU son beneficiarios de ésta guerra contra el narco: han fortalecido la presencia de sus cuerpos policiales en México, hacen negocio con la venta de armas (Obama mando a secreto de Estado el affaire “Rápido y furioso” una escandalosa venta de armas a grupos delictivos de México por organismos de los EEUU).
Todo esto es parte de la guerra social contra el pueblo de México. Provoca desplazamientos, poblados fantasma, gran inseguridad, corrupción de los cuerpos de la policía y del ejército, asesinato masivo de periodistas; la juventud de México es la gran víctima.
¿Qué luchas sindicales / de trabajadores se están llevando a cabo actualmente?
Viene una ofensiva contra los trabajadores de la educación (un millón y medio de trabajadores en la educación pública) la cual es ejecutada por el Gobierno Federal, avalada y solicitada por las cámaras empresariales, el charrismo mafioso que representa Elba Esther Gordillo, el Grupo Milenio, es decir los thinks tanks de la reacción, las cadenas televisivas, contra la insurgencia que representan tanto la CNTE como el CEND-SNTE u otras corrientes clasistas del Sindicato magisterial, entre ellas la de profesores comunistas. Hay ya más de 110 despidos en Puebla, San Luis Potosí y otras entidades. Y se recrudecerá tan pronto pasen las elecciones.
Los electricistas mantienen su lucha, pero hay cerrazón gubernamental.
Hay múltiples esfuerzos por un sindicalismo de clase, militante y de masas. Nosotros trabajamos por un sindicalismo rojo, independiente, autónomo, de base, vía la Coordinadora Sindical Unitaria de México, pero pasarán algunos años antes de resultados visibles.
Los mineros obtuvieron una victoria contra la persecución gubernamental a su líder, pero no hay de que alegrarse, es un representante del colaboracionismo de clase; y casualmente hay una relación de su estancia en Canadá con el aumento de las inversiones de los monopolios de la minería de ese país en México, sobre todo en minería a cielo abierto.
Hay que persistir en el trabajo obrero y sindical; y hacerlo desde los centros de trabajo, es la clave, cómo nos enseña el proletariado de Grecia.
Los grupos guerrilleros mantienen su presencia, porque las causas que dieron origen a su lucha están vigentes, respetando que hay variadas formas de lucha para confrontar la opresión del capital.