Miles de personas, en su mayoría estudiantes del movimiento #YoSoy132, marcharon ayer en el Distrito Federal contra la «imposición» de Enrique Peña Nieto como Presidente. Aunque se esperaba que la tercera marcha contra el priista superara a las dos anteriores, pues fue aprobada en la Convención de Atenco y por la Asamblea General Interuniversitaria, no fue más numerosa y tampoco tuvo un mensaje contundente, pues una vez más no hubo discursos oficiales y la movilización se dispersó minutos después de llegar al Zócalo.
Según Pedro Bello, de la Secretaría de Gobierno del DF, a la marcha de ayer llegaron 32 mil personas, 70 mil menos que la realizada el 7 de julio.
Desde las 11:00 horas, contingentes de la UNAM y escuelas del Politécnico, así como de la Universidad Autónoma Metropolitana y de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, se concentraron en las inmediaciones de Los Pinos, sobre Chivatito, y en la escalinata del Auditorio Nacional.
Los primeros contingentes llegaron al Zócalo a las 14:00 horas; los últimos, a las 17:30, pero no porque fuera tan larga la marcha. Algunos grupos se retrasaron por llegar al punto original de reunión, la Residencia Oficial de Los Pinos, que estaba rodeada de elementos de la Policía Federal, por lo que los jóvenes se vieron obligados a rodear la zona del Metro Constituyentes, lo que provocó que se demoraran.
A ellos se sumaron estudiantes de escuelas privadas, como la Universidad del Valle de México y el Tecnológico de Monterrey, pero también los jóvenes rechazados de las universidades públicas, agrupados en el Movimiento de Aspirantes Excluidos de la Educación Superior, quienes encabezaron la movilización.
«Exigimos la construcción de nuevas universidades con el modelo educativo del IPN, UNAM, UAM, UPN», decía una de sus pancartas.
Además de los estudiantes estuvieron presentes integrantes de otros movimientos y organizaciones sociales, como el Frente de los Pueblos en Defensa de la Tierra de San Salvador Atenco, el Sindicato Mexicano de Electricistas y el Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Algunas de las pancartas decían: «Ganar con trampa no es ganar y es ilegal»; «ustedes lavan dinero, nosotros limpiamos conciencias»; «IFE, cobarde, corrige el pinche fraude»; «Televisa, con nosotros tu telenovela finaliza»; «PRI se escribe con Zeta y se acentúa con sangre» y «En la UNAM somos anti Peña Nieto porque Peña Nieto es antinosotros».
Algunos grupos que arribaron a la plancha del Zócalo se congregaron brevemente frente a Palacio Nacional, donde gritaron consignas contra Peña Nieto.
Diez minutos después, un integrante de la Acampada Revolución tomó el micrófono y convocó a los manifestantes a sumarse al festival que llevaban a cabo en el Monumento a la Revolución desde el viernes.
La marcha se dispersó, algunos fueron a escuchar bandas de rock, otros se quedaron en el Zócalo en grupos pequeños y con discursos breves e improvisados, y otros más dejaron la movilización.
«Graco Ramírez estuvo ahí en la Conago, que es Gobernador electo de Morelos, también firmó. Yo no los entiendo, ¿cuántas traiciones vamos a tener? Yo los denuncio por inmorales», dijo al micrófono, ante una audiencia de 25 personas, Leticia Pérez, de Morena.
En otro punto del Zócalo, hablaban estudiantes.
«Este movimiento estamos viniendo pero no sabemos a qué, no tenemos un líder que nos diga: ‘vamos a armar batallones, vamos a armar esto, lo otro'», dijo un joven que se identificó como miembro del Partido Comunista.
Las movilizaciones se replicaron en al menos 25 ciudades del País.
Más de 5 mil jóvenes jaliscienses, según los organizadores, retomando la tradición católica, fueron de la Catedral de Guadalajara a la Basílica de Zapopan, mientras que en Monterrey, alrededor de 6 mil inconformes participaron en la movilización por las calles del centro de la ciudad.
‘Hay que exigir que investiguen’
La tercera marcha contra la «imposición» no sirvió sólo para que miles de personas expresaran su rechazo al virtual triunfo del priista Enrique Peña Nieto en los comicios presidenciales, sino también para que criticaran lo que consideran «inacción» de las autoridades electorales.
A los gritos de «fuera Peña», «el que no brinque es Peña» y «México sin PRI», acostumbrados en este tipo de movilizaciones, se sumaron otros como: «Magistrados del Trife, tienen el valor, o les vale», «IFE corrupto», «Consejeros del IFE, no se vendan a Peña y a Televisa», y «Trife, dile no a la imposición».
«Hay actualización de temas y exigencias nuevas, es deber de los ciudadanos exigir al Tribunal y al IFE que hagan bien su trabajo, el pueblo no está contento con él. Hay que exigirles por la vía legal y en las calles que investiguen y corrijan este fraude», dijo Ernesto Ahumada, estudiante de Veterinaria de la UNAM.
«Esperaremos a conocer la resolución del Trife, pero ya se presentaron las pruebas y creo que son contundentes. El reclamo, por lo tanto, es más fuerte en esta ocasión para esas instituciones, porque vemos que han sido tibios y omisos a las prácticas ilegales del PRI», indicó Gerardo García, estudiante de la UVM.
Durante la manifestación se acusó además a la PGR y a la FEPADE de no investigar los casos Monex y Soriana denunciados por la coalición Movimiento Progresista.
«No veo una acción real de parte de estas instituciones, más bien veo una inacción, para ellos no sucedió ni está sucediendo nada y tampoco hay pruebas relevantes para anular esta elección, cuando considero que sí las hay, aunque quizá haya necesidad de encontrar más pruebas», señaló Marco Antonio Solís, del IPN.
Aunque los contingentes comenzaron a reunirse desde las 10:00 horas afuera de la estación Constituyentes del Metro y en las inmediaciones del Auditorio Nacional, hasta el mediodía comenzaron a avanzar por Paseo de la Reforma.
Los primeros tuvieron que abordar el Metro y viajar una estación para llegar a esa vialidad, pues el Agrupamiento de Granaderos del DF cerró la Avenida Parque Lira a la altura de Los Pinos.
Los jóvenes entraron gratis y, entre porras y gritos de «México votó y Peña no ganó», abarrotaron los vagones. «El que no baje es Peña», gritaban mientras descendían.
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