Llamamos a los trabajadores a que le exijan a sus sindicatos movilizaciones contra la reforma. Ya hubo luchas durante décadas por democratizar los sindicatos, sin embargo ahora es una situación de vida o muerte para el movimiento obrero, señala el siguiente comunicado del Partido Comunista de México.
Contra la desvalorización del Trabajo: oposición total a la Reforma laboral.
El día 1º de Septiembre; día en que presentó el informe presidencial, Calderón envió una iniciativa de Reforma a la Ley Federal del Trabajo al Congreso de la Unión, con carácter de prioritaria.
Esta iniciativa de Reforma contiene mayoritariamente disposiciones que en su conjunto suponen el más duro ataque para reducir el valor de la fuerza de trabajo que se haya sufrido en varias generaciones de obreros en México.
Legaliza la práctica de la subcontratación y la evasión de responsabilidades ante el IMSS para el patrón. Facilita el despido y limita el derecho a percibir sueldos caídos. Dificulta el alcanzar una jubilación y pensión dignas. Entrega a los obreros jóvenes a la explotación más cruel bajo el eufemismo de “trabajo por entrenamiento”. Da el visto bueno a vivir bajo trabajos temporales por décadas o por toda una vida, bastando para esto que no se repita la empresa que se beneficie cada 6 meses de nuestra explotación y ruina.
Junto con la Reforma se han desencadenado otra serie de agresiones específicas, por ejemplo en contra del magisterio ya se anunció el relanzamiento y profundización del Acuerdo por la Calidad Educativa que les cancela multitud de derechos laborales al tiempo que continúa socavando los recursos de la educación pública.
Pero lo más nefasto es que pretende quebrar toda capacidad de resistencia de nuestra clase. Pone más trabas legales al ejercicio de la huelga y al registro de sindicatos. Ahora con la flexibilidad de la jornada se sepultan dos de las conquistas más importantes de la clase organizada en nuestro país, se acabó el salario mínimo y la jornada máxima de 8 horas. Sin eso ya no hay sustento jurídico-legal para futuros contratos colectivos, y consecuentemente se pasa a la extinción de los sindicatos. Quedamos reducidos a esclavos modernos que trabajarán a capricho del patrón, el tiempo que quiera por el pago mínimo. Bajo esa modalidad que se pretende volver general se destruyen las demás prestaciones.
A cambio de esos sacrificios la ley busca compensar y convencer a algunos mediante verdaderas burlas y declamaciones demagógicas. Por ejemplo ahora instaura el “derecho a un vaso de agua”. Por otro lado agrega algunas modificaciones para regular la industria minera del carbón, pero sin que se haya movido un solo dedo para castigar a los culpables de cientos de muertes industriales de obreros.
Esta iniciativa ya ha sido aceptada para discutirse por todos los partidos burgueses que no temen ya represalias electorales inmediatas. Ya se había anunciado e intentado hace poco más de un año esta reforma, sin embargo, ahora existe una mayor cohesión entre las fuerzas políticas burguesas, el parlamento está dominado por un solo bloque negro a favor de las medidas más salvajes para salvaguardar las ganancias de los monopolios. Nuestro Partido ya había anunciado en anteriores pronunciamientos que esta Reforma volvería a ser lanzada, aunque calculábamos que sería con la entrada de Peña Nieto y no con la salida de Calderón. Esto solo demuestra que independientemente de qué individuos o partidos burgueses tengan la mayor correlación lo único que se puede expresar en los distintos niveles del actual régimen es el poder político de los monopolios.
Los obreros no cuentan con representantes parlamentarios, no pueden organizar su defensa desde ahí. No pueden dejarse arrastrar por maniobras que ya han probado servir solo para generar falsas ilusiones, que han servido solo para contener la movilización y la radicalización, como es la reedición que hace Obrador para formar otro partido oportunista que no rebasa las definiciones de los demás partidos oportunistas. Los obreros no pueden estarse esperando 6 años para defenderse, ni pueden confiar en quienes en múltiples ocasiones han dirigido verdaderas burlas al pueblo.
No, los obreros deben pasar sin dilaciones a organizar su defensa en las fábricas, los centros de trabajo y las calles, ese será el escenario de batalla.
Llamamos a los trabajadores a que le exijan a sus sindicatos movilizaciones contra la reforma. Ya hubo luchas durante décadas por democratizar los sindicatos, sin embargo ahora es una situación de vida o muerte para el movimiento obrero. Aquellas direcciones que no organicen la defensa frente a la reforma o que colaboren con este intento deben ser expuestas, atacadas y barridas. Ésta lucha debe usarse para destruir a los charros. A favor o militantemente en contra de la reforma significará a favor de los capitalistas o a favor de los trabajadores.
Llamamos a los obreros a organizarse y sumarse como comité, corriente, grupo o en la individual a las acciones contra la reforma que se logren desencadenar.
Pero el PCM no se conformará solo con la diplomacia y la difusión para organizar la respuesta a esta reforma. Sus militantes, células y comités se tensarán y acudirán para agitar entre la clase durante los 60 días que durará la discusión de este asalto.
La burguesía debe saber que con esto desencadenada una acción de verdadera guerra clasista por su parte. Décadas de oportunismo y entrega han hecho su trabajo y advertimos que es probable que se pierdan las primeras batallas. Pero desde aquí iniciamos la oposición militante contra las reformas y medidas bárbaras, aquí comenzaremos a preservar y acumular las fuerzas para organizar la contraofensiva y el derrocamiento del régimen.
¡Proletarios de todos los países, Uníos!
Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de México