El senador Alejandro Encinas Rodríguez en la discusión del Dictamen de la Reforma Laboral en el Pleno de la Cámara de Senadores, hizo un recuento de los acontecimientos más importante de la vida sindical en México durante el gobierno priista en los años 50, 60, 70 y 80.
Encinas Rodríguez recordó que en los años 50 el gobierno priista reprimió al Sindicato Ferrocarrilero; metió a la cárcel a Valentín Campa y a Demetrio Vallejo acusándolos de delito de disolución social; subrayó que establecieron en el país una de las peores formas de control corporativo sobre los trabajadores que es el charrismo sindical.
En los años 60 mencionó la represión al movimiento médico y al movimiento revolucionario del magisterio; así como la negación de la reinstalación y consecuente pensión al Prof. Othón Salazar hasta su muerte; en los 70 la persecución a Rafael Galván; y en los 80 la restricción a la libertad de asociación sindical y la persecución al sindicalismo independiente.
Encinas Rodríguez externó que ese, es el verdadero rostro autoritario del PRI y esa es la verdadera convicción que tienen de la libertad sindical.
El senador perredista Alejandro Encinas señaló que hay que definir con claridad las posiciones y no irse en elusión de una remembranza del Art. 123 constitucional, sin tener claramente identificadas las diferencias, sin embargo manifestó que ha habido una ausencia de definiciones políticas e ideológicas.
Por otra parte, el senador perredista Alejandro Encinas Rodríguez externó que hoy con esta reforma, se la da sepultura definitiva a la Revolución que dio identidad y de la cual surgió el organismo revolucionario que hoy, ya no existe en el PRI, el cual ha traicionado sus principales valores.
Encinas Rodríguez señaló “en esta reforma que se plantea, se busca acabar con una de las peores prácticas sindicales, peor que la del charrismo sindical, porque en la forma que actualmente se otorgan los contratos esta sujeta a un conjunto de discrecionalidad, exclusión e impunidad que ha permitido el surgimiento de sindicatos con registro, pero sin afiliados; o sindicatos con afiliados que no conocen sus estatutos; no conocen sus contratos e incluso no conocen a sus dirigentes”.
Por último Encinas Rodríguez recalcó que este artículo busca acabar con la corrupción e impunidad, y busca dar certeza a los trabajadores y a la sociedad para acabar con las distorsiones y permitir el registro de los contratos, lo que implica romper con la práctica de llevar al clandestinaje la subscripción de contratos para hacerlos públicos, para establecer el requisito de que sean votados por los trabajadores las condiciones a que se sujetará su condición laboral con emplazamiento no a huelga o con huelga o no.
Encinas concluyó diciendo “es lo que estamos buscando para que haya verdadera democracia sindical y dejar atras los resabios del charrismo y del contrato de protección”.