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jueves, marzo 28, 2024

Amistad, lealtad, disciplina o talento ¿Cómo se estructura un gabinete de gobierno?

El gobernador electo de Hidalgo se reúne con integrantes del Congreso en los meses previos a su arribo formal al poder Ejecutivo. FOTO: Oficial
El gobernador electo de Hidalgo se reúne con integrantes del Congreso en los meses previos a su arribo formal al poder Ejecutivo. FOTO: Oficial

PACHUCA – Desde hace unas semanas un fantasma ronda por los pasillos del Palacio de Gobierno ubicado en la céntrica Plaza Juárez de Pachuca. Y es que, las y los funcionarios de la administración local amanecen cada día con la incertidumbre de quién se va y quién se queda en su cargo. Ante tal indefinición, algunos mantienen la calma aludiendo a la vieja enseñanza del sistema político de no moverse, ser discreto y no incomodar, para ser recompensado con otros años en la burocracia local. Unos más, sin embargo, mueven desde ahora sus piezas y se hacen presentes de distintas formas para ser considerados en cargos de mayor responsabilidad.

Ante este escenario, la pregunta no resulta ociosa ¿Cómo se estructura un gabinete de gobierno?

Por principio de cuentas hay que decir que formar un equipo de trabajo no es una empresa sencilla. Para tal efecto se requieren de varios elementos. Para iniciar hace falta la visión de un líder; es decir, una persona capaz de reclutar a un grupo de talentos. Después se necesita compromiso; esto es, trabajar para un mismo fin y con el propósito de mejorar cada día. Por último, es indispensable la colaboración; en un equipo no figuran las personas figuran los proyectos.

Teniendo en cuenta lo anterior, estructurar un equipo de trabajo que tome las riendas de la administración pública no parece tan complejo. Pero lo complicado inicia cuando se trata de armar un gabinete de gobierno debido a que lo que está en juego es compartir el poder político. En este sentido, nadie está dispuesto a perder un centímetro de influencia.

De tal manera que el gobernador electo, Omar Fayad Meneses, tendrá que decidir con demasiada cautela quién será parte de su gabinete. De entrada, tiene compromisos con las cúpulas partidistas que lo nominaron como candidato. De tal suerte que algunos puestos tendrán que ser cedidos al PRI, PVEM y al PANAL. Saldadas esas cuentas, vendrán las recomendaciones del anterior gobernador, Francisco Olvera Ruiz. Terminando con esos encargos quedaría por decidir un poco más de la mitad del gabinete (si tomamos en cuenta que en el estado de Hidalgo existen catorce secretarías y que cada partido que postulo al ahora triunfador de la contienda exija una secretaría, y su antecesor, deje a dos secretarios firmes en sus puestos).

Ahora sí habría que armar un gabinete a razón de los criterios del Gobernador Electo. Para tal fin, qué elementos podrían ser valorados: el amiguismo, la lealtad, la disciplina o el talento. Eso justamente es lo que conoceremos en unos días cuando Fayad haga público a su equipo de trabajo.

Mientras tanto, sólo se puede especular. Aunque en democracia, las y los ciudadanos también deberíamos sugerir a los miembros del gabinete.

Por poner un ejemplo; en Hidalgo, cohabitan la Secretaría de Turismo y Cultura. Dos ramas que ciertamente no son ajenas pero que – a mi juicio – ameritarían un espacio propio. Teniendo en cuenta lo anterior, el titular de dicha dependencia debería ser una persona capaz de hacer converger dichos mundos con talento e innovación. Pero, por el contrario, los titulares de esa Secretaría han sido políticos con nula experiencia en el ramo. Ahí se siguió el criterio del amiguismo, del compromiso político o la lealtad. Por desgracia, si se mantienen estas fórmulas cómo únicas vías para llegar al primer círculo del poder local estamos perdidos.

Un equipo de gobierno debe tener sobradas capacidades entre ellas la habilidad de hacer las cosas de manera distinta (adaptarse a los cambios); y la sociedad está ávida de esas nuevas formas de gobernar.

No es lo más recomendable saturar de amigos incondicionales el gabinete. Eso sólo condena a la parálisis administrativa, a la adulación barata y a la comodidad engañosa. Es mejor tener dentro del primer círculo de decisión voces disidentes, reflexivas e incluso inconformes, para que se conviertan en un verdadero contrapeso. De esta manera, disipamos un poco la desviación injustificada de gobernar sin tomar en cuenta a los subordinados.

Ojalá que este gobierno que inicia con, Omar Fayad Meneses al frente de la administración local, sea capaz de formar un nuevo equipo de trabajo comprometido con la sociedad, promotor de las mejores causas y garante de los intereses de la población de Hidalgo.

@2010_enrique
uam_lore04@hotmail.com

Enrique Lopez Rivera
Enrique Lopez Rivera
Politólogo hidalguense, doctor en Estudios Sociales. Autor de la tesis "En busca del ciudadano perdido, participación y abstencionismo en una provincia mexicana" (España) y coautor del libro "La reconfiguración de la hegemonía priísta, una lectura desde al ámbito local" (Plaza y Valdés, México). Columnista.

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