En agosto de 2016, el Secretario de Diversidad Sexual del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Antonio Medina, se reunió con la dirigencia de su partido en el estado de Puebla, y en declaraciones a los medios de comunicación centró la agenda política de la diversidad sexual en los matrimonios igualitarios.
Las declaraciones del político gay, quien fue uno de los primeros en contraer matrimonio, fueron una manifestación más de la homonormatividad, ideología neoliberal que busca privilegiar las necesidades y proyectos políticos de los grupos gay y lésbicos por encima de las poblaciones bisexual y sobre todo transgenero.
Puebla, en 2016, era el segundo estado en la república mexicana con un proyecto de ley de identidad de género, impulsado por una activista trans que peleó con su vida por los derechos ciudadanos de las personas transgénero, y que de nuevo, volvió a ser invisibilizada por la política homonormada.
Agnes Torres estudió psicología en la Universidad Veracruzana, donde destacó por sus calificaciones altas, por su belleza física, y por un carácter accesible, optimista y una generosidad extrema. Aceptada como hija por su madre, que era su mejor amiga, y por su hermana, con la que tenía una comunicación constante, Agnes realizó sin problemas su transición a mujer durante sus estudios universitarios de manera paralela a su carrera de modelaje.
En 2007, tras participar con una ponencia en el Encuentro Nacional de Escritorxs por la Disidencia Sexual, Agnes se integró al proyecto ciudadano Humana Nación Trans, como coordinadora en los estados de Veracruz y Puebla. En 2008, cuando el Partido Socialdemócrata (PSD) intentó impulsar una Ley de Identidad de Género en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, Agnes comenzó a viajar periódicamente, para involucrarse en el proceso de elaboración de la iniciativa y el cabildeo como representante de Humana, Nación Trans.
Sin embargo, por rupturas generadas por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) no se aprobó una ley, sino dos reformas aisladas que hacían posible la corrección de actas de nacimiento para personas trans, pero a través de un juicio y peritajes médicos.
Agnes, con su optimismo intentó cabildear con los siguientes diputados que darían continuidad, pero el legislador que debería dar seguimiento al proyecto, David Razu, proveniente del PSD, congeló la iniciativa que impulsó su partido de origen, y en cambio se concentró solo en el matrimonio igualitario.
La respuesta de Agnes ante el desprecio de Razu, quien jamás le tomó las llamadas, fue generar una iniciativa ciudadana de Ley de Identidad de Género, e intentar impulsarla en el Estado de Puebla, con la esperanza de encontrar la congruencia que el diputado de la ALDF no había mostrado.
La carrera activista de Agnes cruzó con la indignación. En 2010 promovió una queja ante el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) contra el entonces candidato del PRI a la gubernatura, Javier López Zavala, por declaraciones transfobicas sobre el proceso trans en un debate.
Agnes Torres fue torturada y asesinada en un crimen de odio por transfobia el 10 de Marzo de 2012 en Puebla, su cuerpo fue arrojado a un barranco. Tenía 28 años de edad.
La vida de Agnes no se detuvo con el crimen de odio en su contra. La Universidad Veracruzana continuó negando la expedición de su título de psicóloga, incluso post-mortem por no haber podido realizar la corrección de su acta de nacimiento.
Ante la brutalidad del crimen, en junio de 2012, el Congreso de Puebla reformó el Código de Defensa Social, para incorporar el término “crimen de odio” como agravante en asesinatos por identidad de género u orientación sexual, con lo que aumentó la condena hasta por 13 años de cárcel a quienes que cometan asesinato contra mujeres o integrantes de las poblaciones LGBTTTI.
Finalmente, la propuesta de Ley de Identidad de Género impulsada por la activista, y que fue conocida como la “Ley Agnes” fue presentada en el Congreso de Puebla en 2013 y bloqueada en 2015. Un segundo intento por llevarla a discusión se registró en marzo de 2016.
Agnes Torres representa toda la rebeldía, la ingenuidad y la indignación del movimiento transgenero, su lucha y sus enfrentamientos con el poder político dan una radiografía de la misoginia, de la transfobia y de la hipocresía de la androcracia y la homonormatividad de la izquierda mexicana.
En sus 28 años, la vida de Agnes tocó tantas existencias de personas LGB. Y aun así, el Secretario de Diversidad Sexual del Partido de la Revolución Democrática (PRD), en Puebla, solo habló del matrimonio igualitario…