Cada marzo florece una nueva jornada de rebeldía feminista y con ella, las jacarandas. Entonces, en el centro de nuestra Pachuca, se tienden esos paños morados que atavían el preludio de la primavera y despiden el Día Internacional de las Mujeres como si fuera una fiesta de agradecimiento. Dicen, no me consta, que en cada pétalo se halla una esperanza de igualdad. En cada ramo, uno de justicia. En cada flor al viento, los ecos de protesta que anuncian la inevitable victoria. No es casualidad que estos colores nazcan en estas épocas de lucha. Tampoco que sus tendidos sean del mismo color que visten las gracias del poder. Gozaremos unas semanas de su romántico cobijo, al andar las aceras abrazando su sombra. De pronto un día se irán, con la severa promesa de volver, las jacarandas, cada vez con más fuerza, hasta vencer. (Editorial: L. A. Rodríguez)
Reportera Gráfica nacida en la ciudad de los Atlantes. Egresada de la LCC con énfasis en Periodismo por la UAEH. Participante de la Segunda a la Sexta Muestra de Fotoperiodismo Hidalgo. Ganadora del Premio Estatal de Fotografía "Hidalgo es Cultura" 2019.