No la mencionó (igual, no hacía falta), pero la líder del PRI en Hidalgo, Érika Rodríguez Hernández, se refería a Carolina Viggiano Austria, secretaria general del CEN priísta, cuando cargó contra quienes se sienten «predestinados» a ocupar un cargo de elección popular. Por eso mismo dijo que, en el PRI estatal, no propician las «salidas en falso» ni le quitan «hojas al calendario». La alusión era muy clara a la vista del ojo político, pues Viggiano Austria está muy segura de ser la próxima candidata del tricolor a la gubernatura del Estado y no guarda mesura al decirlo así en reuniones privadas y no tanto. Aún más, afirma que la nominación es un trámite, por lo cual, sus maniobras son de quien ya se siente despachando en cuarto piso por unción del cielo. De tal modo que la hija más avanzada de la caciquismo de Tepehuacán de Guerrero viene sosteniendo reuniones con militantes priístas en varios municipios del a entidad a espaldas del Comité Directivo Estatal y de notables alcaldes tricolores. No ha tenido la cortesía de avisar pues asegura que no necesita permisos ni se preocupa por cortesías. Su campaña ya arrancó. Está jugando con sus reglas, con sus tiempos y con lo que, cree, es su Partido.