Creen que lo tienen todo asegurado, pero se llevaron un chasco; uno que podría dejarlos en la lona, sin poder levantarse.
Y es que con seis votos a cinco, el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (I.N.E.) resolvió que es ilegal la decisión del Comité Ejecutivo Nacional del PRI de alargar más allá de su periodo estatutario la presidencia de Alejandro Moreno Cárdenas y de Carolina Viggiano Austria, como secretaria general.
La sesión que resolvió esto no estuvo exenta de drama. Sí, por los cinco integrantes del Consejo que querían que la dupla Moreno-Viggiano se quedaran en sus puestos más allá de lo permitido; pero, sobre todo, por la presencia del diputado federal Rubén Moreira Valdéz quien, como buen esposo receloso defendió ante el I.N.E. la extensión en el cargo de su esposa, Carolina Viggiano Austria, haciéndose acompañar del ballet de ésta, el también diputado federal, Marco Antonio Bustamante. Pero su retahíla fue ignorada y la igualmente defenestrada autoridad electoral les regaló un rechazo.
Claro que todavía falta ver lo que resuelve el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (T.E.P.J.F), instancia a la cual, con seguridad, acudirán los dueños del C.E.N. priísta. Y ya dijo «Álito» Moreno que la decisión del I.N.E. lo tiene despreocupado, confiando en que sí se quedará sentadote en su silla por lo que resta del año. Quizás esto se deba a que Carolina Viggiano al parecer es muy amiga, demasiado amiga, del presidente del T.E.P.J.F, Reyes Rodríguez Mondragón.
Mientras tanto, la pléyade de priístas que, en el Hidalgo natal de Viggiano Austria, tienen sus esperanzas de candidaturas ancladas al favor de la secretaria general nacional de su Partido, mantienen contenida la respiración. En una de esas, por andar jugandole al vivas asiendose a la sombra de la fallida candidata gubernamental, en vez de disciplinarse con su dirigencia local, se quedan sin nominación en las elecciones federales y locales de 2024, dándole un ridículo más a su Partido.