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jueves, noviembre 21, 2024

TRAGONES Y MAZMORRAS: como un show de arqueología fusionado con Master Chef

En el mundo del anime existen distintos géneros, tales como el shonen, shoujo, gore o los géneros de cocina, que te enseñan a cocinar mostrando paso a paso la receta o los que utilizan la comida como un método de narración para mostrar la relación de los personajes, un momento de reflexión de la historia o bien, para mostrar parte del mundo en el que se desarrolla la historia.

Este último es de los más bonitos, pues ocupa la cotidianidad de cocinar para mostrar el mundo y empatizar con los personajes, creando cálidos momentos en torno a la comida.

Es justo esto último lo que sucede en el anime “Tragones y Mazmorras” o “Dungeon Meshi” que es su nombre original en japonés, el cual podemos encontrar en Netflix. Tal y como suena el título remite a esos juegos de rol que parodian en las series americanas que siempre juegan los nerds y marginados, pues es justo así: tenemos al guerrero, al hechicero o sanador y un montón de criaturas raras y aterradoras que viven en las profundidades de los pasillos de la mazmorra que antes era un castillo. Visto de otra forma, es lo más parecido a un programa de TV que exploran cuevas arqueológicas fusionadas con Master Chef.

“Nunca enfrentes a un dragón con el estómago vacío”

La historia comienza con el grupo de aventureros que al estar en uno de los niveles de la mazmorra se topan con un enorme dragón, pero están cansados, pues, en su viaje habían tenido imprevistos y sus suministros de alimentos previos al encuentro eran muy escasos por lo que estaban débiles. Consejo de vida “Nunca enfrentes a un dragón ni a tu suegra con el estómago vacío y nunca subas una montaña rusa con el estómago lleno”.

Debido a que la batalla está perdida, una de las hechiceras del grupo usa su magia para salvar a sus compañeros al mandarlos de regreso al mundo exterior, pero dejando las pertenencias del equipo aún en la mazmorra, quedando ella atrapada y devorada por el dragón.

A partir de ahí, el equipo de aventureros se separa dejando solos a Laios, el líder del grupo y un guerrero que además es hermano de la hechicera perdida, Marcille, una elfa experta en magia y Chilchuck, un mediano que es un maestro en trampas, con la titánica tarea de matar a un dragón gigante y rescatar a su compañera, pero no cuentan con recursos ni para adquirir comida para su viaje, lo que los obliga recurrir a una estrategia de supervivencia poco ortodoxa en su mundo: comer monstruos.

Claro que existen protestas de los compañeros, pero Laios revela que desde antes ya tenía interés de probar qué sabor tienen los monstruos, además de tener una curiosidad por estas criaturas digna de un biólogo o botánico. Son estas protestas y berrinches lo que dan lugar a escenas cómicas.

Pero cocinar no es fácil, sobre todo con ingredientes extraños, aún cuando logran capturar algo para comer, al no ser una práctica usual no tienen idea de cómo prepararlo o limpiarlos para que sea comestible y justo cuando estaban por comer un escorpión gigante, Senshi, un enano que pasaba por ahí, se les une y les enseña poco a poco a cocinar a las criaturas de la mazmorra, además de encontrar suministros dentro de esta y así lograr lo más importante para ir a la batalla: tener buena nutrición para pelear.

Entre todos comienzan a descender por la mazmorra, recolectando ingredientes a su paso y usando el conocimiento de cada uno para aplicarlo en la cocina, incluso aprendiendo más de las criaturas de la mazmorra, para así superar los retos conforme avanzan.

Una buena historia narrada entre platillos

Admito que empecé a ver la serie porque buscaba algo entretenido que ver, pero no esperé encontrar una buena historia que está narrada entre platillos que suenan peculiares e incluso mortales, pero que muestran de manera sutil la importancia de la ecología y el equilibrio entre explotar los recursos naturales del medio ambiente sin dejar de lado nuestras necesidades, priorizando la nutrición incluso en situaciones desfavorables.

Esta serie tiene escenas conmovedoras, divertidas, inesperadas y con una manera en ocasiones creativas de cocinar que, sumando a sus explicaciones ―diagramas en su mundo―, alimentan mi curiosidad científica y mitológica haciéndome muy feliz, pues me identifico con Laios, pues sus datos random sobre plantas y animales son cosas que hago, pero con datos históricos o curiosos sobre lo que sea que me logre despertar interés.

No soy muy paciente a la hora de esperar por los capítulos o temporadas de las series, así que siempre recurro a leer el manga o novela ligera. En este caso cuenta con un manga que tiene un estilo un poco diferente, pero es muy agradable, por lo que vale la pena leerlo y seguirlo.

Karin Reo
Karin Reo
Inspirada por las grandes aventuras de héroes derrotando al mal, forjé un fuerte amor por el mundo de la animación y todo lo que este representa; como cambia y moldea a las personas, sin que estas lo noten.

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