Nueva York 22 abr (ABI).- El presidente de Bolivia, Evo Morales demandó el miércoles a la Conferencia de las Naciones Unidas por el Día Mundial de la Tierra que el Siglo XXI sea la centuria de la defensa de la Pachamama (Madre Tierra en idioma aimara), como el pasado siglo fue de la defensa de los derechos humanos, y planteó cuatro puntos para proteger al plantea y a todos los seres vivos.
“Como gobiernos, como presidentes, como estados que conforman las Naciones Unidas tenemos la enorme responsabilidad con la vida, con la humanidad”, emplazó en su discurso el mandatario indígena, cuya cultura, una de las más longevas de Sudamérica, rinde culto supremo a la Madre Tierra.
El jefe de Estado boliviano dijo que los gobernantes están en la obligación de luchar por la igualdad, la dignidad de sus pueblos pero recordó que por encima de la humanidad debería estar la decisión de luchar por la naturaleza y ratificó la necesidad de que se apruebe la celebración del Día Mundial de la Pachamama (Madre Tierra), “no como un día de fiesta sino de profunda reflexión”.
“El siglo pasado fue el siglo de los derechos humanos. Después de tantas luchas y reivindicaciones por fin se reconocieron los derechos humanos. El Sglo XXI , este nuevo siglo debe ser de la defensa de la Madre Tierra”, remarcó el mandatario boliviano en una celebrada alocución.
Morales justificó su petición porque “los seres vivos deben vivir en armonía con la naturaleza” y dijo que todos los seres vivos y la tierra tienen derechos que deben respetarse.
“Lo que está pasando con el cambio climático es porque no se ha respetado los derechos de la Madre Tierra”, enfatizó.
Comparó lo que pasa en su país, en las montañas de la región andina, donde dijo que los cerros cada día van “perdiendo su poncho blanco (nieve)” y contó que en Bolivia la Madre Tierra es algo sagrado para la vida, “por eso hacemos homenajes (ritos ancestrales) a la Pachamama, a nuestros ríos, a nuestros lagos, a nuestros animales”.
“Tenemos el desafío de consensuar una declaración para la Madre Tierra, por ello quiero proponer cuatro derechos: el derecho a la vida, que significa el derecho a existir; segundo, el derecho a la regeneración de su capacidad, sus recursos no puede ser ilimitados, es más importante producir oxigeno que dióxido de carbono; tercero, a tener una vida limpia, la Madre Tierra tiene derecho a vivir en un ambiente sano y, cuarto, el derecho a la armonía entre todos y de todo”, pidió.
“Finalmente, llego a la conclusión que la tierra no nos pertenece sino que nosotros pertenecemos a la tierra, y que la tierra también tiene derecho y no sólo los humanos”, concluyó.
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