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sábado, mayo 18, 2024

En dia de muertos, las muertas

por Otilia G. Sánchez Castillo

Durante esta celebración de Día de Muertos, más allá del recuerdo de nuestros seres queridos ya fallecidos, es necesario pensar en las mujeres que han muerto por causas no naturales en nuestro país y en nuestro estado. Mujeres que murieron de cáncer de mama, cáncer cérvico-uterino, VIH/SIDA, abortos inseguros, y otras causas relacionadas con el embarazo, parto o puerperio, y por la violencia. Muertes que pudieron haberse prevenido.

El cáncer de mama es el tumor maligno más frecuente en mujeres de 25 años y más, por lo que en 2006 se colocó como la principal causa de muerte por neoplasia maligna en las mujeres. El cáncer cérvico-uterino es la segunda causa de muerte por cáncer en las mujeres en México. En los años recientes, a pesar de que existe una clara tendencia al descenso de la mortalidad materna, ésta sigue siendo un problema prioritario de salud pública en nuestro país. Las tasas de mortalidad por SIDA de la población de mujeres entre 25 y 44 años de edad ha crecido de modo lento pero marcado durante el periodo de 1998 a 2007, (21.2{9e1ff1bee482479b0e6a5b7d2dbfa2de64375fcf440968ef30dd3faadb220ffd}). En números absolutos las defunciones de mujeres a causa del SIDA han crecido un 44.8{9e1ff1bee482479b0e6a5b7d2dbfa2de64375fcf440968ef30dd3faadb220ffd} en este intervalo de edades, es decir 174 defunciones más en el periodo (pasando de 388 a 562).

En el año 2008, según información del Sistema Nacional de Información en Salud, SINAIS 52 mujeres por cada 100 mil murieron por causas relacionadas con enfermedades transmisibles, nutricionales o de la reproducción, que incluye enfermedades infecciosas y parasitarias, muertes maternas, perinatales y deficiencias nutricionales; 441.1 por cada 100 mil por enfermedades no transmisibles, que incluye enfermedad isquémica del corazón, enfermedades cerebro vasculares, diabetes mellitus, cáncer pulmonar, de estómago, de mama y cérvico-uterino, cirrosis y otras enfermedades crónicas del hígado, enfermedad pulmonar obstructiva, y malformaciones congénitas; y 23.7 por cada 100 mil por lesiones, que incluye accidentes de tráfico de vehículos de motor, demás accidentes, homicidios, suicidios, y demás lesiones. A excepción de los accidentes, todas estas causas eran prevenibles.

En Hidalgo, en ese mismo año 2008, 83 mujeres murieron por cáncer cérvico-uterino (8 por cada 100 mil), 76 por cáncer de mama (7.1 por cada 100 mil), 647 por enfermedades isquémicas del corazón (60.97 por cada 100 mil), 441 por enfermedades cerebro vasculares (426 por cada 100 mil), 9 por SIDA (0.7 por cada 100 mil), 140 por deficiencias de la nutrición (12.2 por cada 100 mil), 16 por anemias nutricionales (1.3 por cada 100 mil), 121 por ciertas afecciones perinatales (550.8 por cada 100 mil), 16 por homicidios (1.4 por cada 100 mil). En cuanto a la mortalidad materna, 28 mujeres murieron por esta causa; y con relación al aborto, sólo se registraron 2 casos, pero hay que considerar que existe un alto subregistro por la clandestinidad en que se practican derivado de las restricciones legales.

Todas estas cifras son más que números, son mujeres con nombre y apellido que formaban parte de una familia, incluso, pudieron haber sido parte de tu familia. Y es precisamente por esa condición de ser mujeres que enfrentaron una serie de discriminaciones y violencia, que impidieron que pudieran prevenirse las causas de sus muertes.

Indudablemente existe una responsabilidad individual y social para modificar una cultura que ha sobrevivido cientos, sino es que miles, de años, que valida la discriminación y la violencia hacia las mujeres. El Estado no se exime de la responsabilidad de generar las condiciones para que las mujeres logremos la equidad y la igualdad, y la eliminación de la violencia. Sólo juntas y juntos podremos lograrlo.

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