por Tania Meza Escorza / DESDE ABAJO
Por estos días, la sociedad hidalguense está experimentando un “Déjà vu” político. Una vez más, todos los medios de comunicación afines al gobierno estatal han abierto su espacio para difundir el nombre y, en su caso, la imagen de Natividad Castrejón, quien busca ganarle a Gloria Romero la encuesta que llevará a alguno de los dos a encabezar la alianza PAN-PRD para la presidencia municipal de Pachuca.
Al igual que el año pasado, cuando Xóchitl Gálvez se encontraba en contienda interna con José Guadarrama, el hasta entonces “malo del cuento”, de pronto, se convirtió en el mejor político de oposición que Hidalgo había tenido hasta entonces. De la noche a la mañana, el prohibidísimo nombre del senador perredista se veía, escuchaba y leía en todos los medios. “¡Profe! ¡Qué gusto! ¡Ésta es tu casa!” y demás frases inconcebibles tan sólo unos meses atrás, se desbordaban en los medios de comunicación de línea gubernamental. ¿Para qué? Para tener como contrincante al “mal menor”, desde la óptica priista.
Hoy sucede igual. Seguramente Natividad Castrejón no tiene ni un minuto de descanso corriendo de la entrevista del noticiario matutino, a la entrevista con un periódico, de ahí al programa de radio del medio día, pero no se tarda mucho, porque debe llegar al programa de TV por la tarde. Aunado a ello, están las inserciones publicitarias de su centro educativo en Hotmail, que dividen el tiempo de exposición en tres: La oferta educativa, la incorporación y las nuevas carreras, pero eso sí, en todas ellas, lo principal e inamovible es la foto y el nombre del candidato al proceso de selección interna.
Todo lo anterior no pareciera tener nada de particular, más allá de una medianita estrategia de medios, ya que, como dice la mercadotecnia, el atasque en el “flow chart” (calendarización mediática), sólo denota mal gusto. Bien por Natividad, y sobre todo, bien por su Instituto, que a final de cuentas será quien gane con toda la promoción. El problema radica, una vez más, en la torpe estrategia de comunicación política del gobierno estatal.
Hasta ahora, los diferentes mandatarios hidalguenses han mostrado un profundo desprecio por las y los comunicólogos y han asignado las tareas de comunicación a gente que no tiene ni experiencia, ni preparación, ni idea del asunto. Pero en el pecado han llevado la penitencia, porque lo único que este personal inexperto hace es dar dinero a los periodistas, para que escriban que los políticos en el poder son guapos, como si la gente de a pie no tuviera ojos para ver lo contrario.
Cualquiera que tenga conocimientos básicos en Ciencias de la Comunicación, tiene claro que los medios masivos son muy poderosos, pero no son un dios. Al final, y aunque a veces no lo parezca, la ciudadanía hace uso de su albedrío.
Una de las cosas que el gran genio desquiciado Joseph Goebbels no alcanzó a ver al postular sus famosas premisas básicas sobre la propaganda, es que una mentira repetida mil veces no se convierte en verdad por el simple hecho de repetirla, sino porque la gente quiere creer esa mentira, y si la gente no quiere creerla, por más que se repita, tal mentira no dejará de ser lo que es.
El botón de muestra de lo anterior es, precisamente, el caso del alcalde Tellería, quien durante su gestión fuera atacado diariamente desde todos los medios de comunicación financiados por el gobierno estatal. Pese a ello, la gente no sólo seguía feliz de tener por primera vez un presidente municipal opositor, sino que, entre más le atacaban los medios, más cariño sentía por el munícipe.
Lamentablemente, en Hidalgo los medios de comunicación no se abren simultáneamente si no hay una orden desde el Palacio de Gobierno. Así que la nutrida difusión para Castrejón sólo indica que a las autoridades estatales les conviene que Natividad gane en la encuesta que decidirá la titularidad de la candidatura opositora por Pachuca
El miedo gubernamental de que Gloria Romero sea la candidata de la alianza PAN-PRD, no se debe sólo a la flaquísima caballada tricolor, sino a que Gloria es sumamente popular en los barrios pachuqueños, no sólo por el grato recuerdo de su esposo y la gestión de ella en el DIF Municipal, sino por su trabajo continuo en las colonias, aún en los tiempos en que no ha tenido cargos políticos.
Al gobierno de Hidalgo y a sus sabios comunicólogos de Facto no les enseñó nada la elección anterior, cuando perdieron Pachuca abrumadoramente. Abriéndole los medios masivos de comunicación a Natividad y cerrándoselos a Gloria, sólo pierden otra valiosa lección: Los medios no son todopoderosos, y la gente no es tonta.
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