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viernes, julio 26, 2024

Elecciones: Juego limpio y participación ciudadana

por Pablo Vargas González / DESDE ABAJO

Han iniciado las campañas electorales en hidalgo para renovar los 84 ayuntamientos, y con las estadísticas de los registros de candidatos y partidos se prevén no solo procesos políticos de gran intensidad sino también disputas reñidas a lo largo de la geografía estatal. Es por ello, que se tiene que llamar a la civilidad, a la promoción del voto consciente y al juego limpio por parte de autoridades, gobiernos y partidos.

Ya empezaron los choques, y las diferencias entre actores políticos por ganar las candidaturas, y por posicionar las coaliciones de partidos. Se observan también acciones que pueden devenir en una guerra sucia y sin cuartel, en lugar de generar una jornada cívica en que los hidalguenses se sientan orgullosos. Gobierno (estatal, federal y municipal), partidos, candidatos y ciudadanos aun estamos a tiempo para demandar limpieza electoral y apego a la legalidad.

Se esperan elecciones bastante cerradas, donde se puede ganar o perder por un solo voto, o por estrechos porcentajes, es aquí donde el acceso equitativo y legal a los recursos y prerrogativas es esencial. Cualquier trampa, compra de voto o presión a los votantes genera una inequidad que desvía los derechos y libertades ciudadanas y a la democracia.

Es frecuente que en campañas electorales empiecen a llover quejas sobre la intervención de autoridades locales y federales intentando ganar adeptos y votos con Programas Sociales de tipo gubernamentales o bien incluso reparto de dadivas u otro bien o servicio entregado de modo condicionado a esperar favorecer con su voto el día de la elección.

Ya las autoridades hablan de un “blindaje electoral” que es necesario y urgente, puesto que las principales críticas se refieren al uso “electorero del programa alimentario”, que distorsiona la entrega de recursos públicos para obtener votos. Pero este no es solo el caso, también se habla de programas federales que deben de ser vigilados y no poner en riesgo la gobernabilidad.

El blindaje electoral de los programas gubernamentales, no solo es un tema de partidos e instancias de gobierno (municipal, estatal y federal) sino también de los ciudadanos. Cada vez es más grande el sentir de las personas por acceso a la información y rendición de cuentas, y la demanda de una elección limpia y el ejercicio de un voto razonado; y desde luego aumentará la credibilidad hacia las elecciones.

Al respecto se debe recordar que la Reforma Electoral Federal de 2007 hizo una modificación significativa para eliminar y contener toda acción que pueda distorsionar el proceso electoral. La reforma al artículo 134 constitucional, relativo al uso de los presupuestos públicos en los gobiernos de nivel federal, estatal, es claro y contundente en cuanto a su ejercicio eficiente y eficaz de la utilización de los programas gubernamentales, rebasa los ámbitos de competencia electoral pero sin lugar a dudas tendrá fuertes repercusiones en el proselitismo y las campañas electorales.

Hemos dicho que el municipio es la “célula de la democracia” pero en realidad hasta ahora sigue formando parte de las estructuras viciadas del sistema autoritario. Para generar cambios en este espacio geográfico es necesario el impulso de la participación ciudadana, promover el voto consciente, el debate de los candidatos y escuchar las propuestas de partidos y coaliciones, todo ello mediante un compromiso por el municipio libre y autónomo.

Los ciudadanos demandamos una elección abierta, con el respeto a la ley, una campaña propositiva y de oferta de propuestas, no de engaños ni mentiras y que sea el voto de los ciudadanos el que defina el rumbo de los hidalguenses. No a las injerencias, ni a la guerra sucia. Por un proceso abierto, libre y democrático.

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