Los resultados electorales de la elección del 3 de julio de 2011 muestran de forma abigarrada lo que fue la competencia entre partidos y coaliciones. Si bien el PRI se lleva la mayoría y sigue siendo la “primera fuerza”, no logra “el carro completo” clamado por sus líderes, incluido el de Humberto Moreira a media jornada del domingo ni tampoco se alcanza la meta de generar una geografía favorable al 2012.
Sigue prevaleciendo la cultura política, arraigada en la entidad vinculada a las estructuras sociales y políticas dominantes, que pervive en tensión con una subcultura tendiente a valorar el ejercicio de derechos civiles y políticos. Pero no cabe duda que sigue primando la coacción del voto, el clientelismo y el corporativismo dada la pobreza de la mayoría de los hidalguenses. La oferta de compra de voto, o entrega de despensas o de beneficios de programas sociales (alimentario, oportunidades) son los que definen el voto.
De ese modo se observa una participación artificial en algunos municipios sobre todo los de mayor densidad poblacional, pero se contrasta en ellos un alto abstencionismo, como ocurrió en las principales ciudades: Pachuca, Tula de Allende, Tizayuca, Mineral de la Reforma, Tulancingo. Las tendencias de que a mayor competencia se producirá una alta afluencia electoral no se cumple debido a que influyen otros factores, como son el tipo y perfil de candidatos.
El reparto de plazas municipales proporciona, de acuerdo con datos del PREP lo siguiente: El PRI señaló que gobierna a la mayoría de hidalguenses con el 52{9e1ff1bee482479b0e6a5b7d2dbfa2de64375fcf440968ef30dd3faadb220ffd} lo cierto es que el tricolor gana por si solo 32 municipios y 11 con la coalición “Juntos por ti”, para un total de 43 alcaldías, entre las más importantes, están: Pachuca, Actopan, Apan, Tula de Allende, Tepeji del Rio, y Tepeapulco.
Pero la oposición se queda con 41 municipios entre ellos algunos de gran importancia, incluso también con partidos que fueron aliados del PRI, como el Partido Nueva alianza (Panal) que gana cinco (Atotonilco el Grande, Cuautepec, Huasca Metepec, y Villa de Tezontepec) y el PVEM que gana también cinco de ellos incluyendo Huichapan, la cuna de la Familia Real, cabeza de la clase política actual. También gana Alfajayucan, Nopala, Santiago de Tulantepec y Tecozautla.
El PAN gana ocho pero con municipios de relevancia regional, económica, cultural y poblacional: Tulancingo e Ixmiquilpan, además: Agua Blanca, Pacula Tenango de Doria, Tlanalapa y Tlanchinol. A los que se suman otros seis, para sumar 14 alcaldías, estas últimas surgida de la coalición con PAN-PRD “Hidalgo nos Une”: Acaxochitlán, Mineral de la Reforma, Molango, Pisaflores, Tianguistengo y Lolotla.
El PRD gana ocho municipios: Almoloya, Chapulhuacan, Huazalingo la Misión, San Salvador, Tasquillo, Yahualica y San Bartolo Tutotepec. Aparte en coalición con el PAN alcanza tres más para cerrar en once plazas municipales. Atotonilco de Tula, Mineral del Chico y Metztitlán.
El Partido Convergencia da la campanada con el triunfo de Alfredo San Román, quien se reelige, a pesar de las críticas y denuncias que pesan contra él en el municipio de Huejutla que es la cabecera de la huasteca. Además gana Huautla.
El PT gana Tlaxcoapan, Tetepango, y Ajacuba. La coalición Poder con Rumbo integrada por PT y convergencia le pegan a dos: Progreso de Obregón y está en disputa el de Xochicoatlan que hubo de modo inusitado un empate de votos, mismo que se definirá el día de hoy.
Hay todavía críticas de los partidos y las coaliciones, sobre todo de “Hidalgo nos une”, PAN y PRD objetando Pachuca, Tizayuca, y Chilcuautla donde la violencia post electoral hizo presencia. Ojala este día impere la legalidad y el respeto al voto entre quienes son los encargados de dar credibilidad a las instituciones, tan deterioradas y en franca descomposición. Algo se puede salvar.