En México existe el estigma de que las periodistas –como todas las mujeres– mienten, exageran y provocan las agresiones de las que son víctimas, lo que deriva en que ellas no denuncien, vivan la violencia en silencio y el acoso se quede en la impunidad.
Las periodistas Lydia Cacho, Anabel Hernández, Elia Baltazar y Sanjuana Martínez advirtieron que la violencia contra las periodistas debe denunciarse a fin de hacerla visible, y que las comunicadoras no se queden en riesgo y sean protegidas.