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viernes, marzo 29, 2024

La GUERRA EN UCRANIA genera una OLA ANTI-COMUNISTA en Europa

Derribamiento de monumentos de héroes soviéticos, prohibición de Partidos Comunistas, apresamiento de militantes, equiparación del comunismo con el fascismo, entre otras medidas, forman parte de una ola de leyes y políticas anti-comunistas que azota en varias partes de Europa, en el contexto de la guerra ruso-ucraniana.

Quizá una de las iniciativas más preocupantes es el revisionismo de la historia de la segunda guerra mundial, donde se pretende minimizar o negar la victoria de la Unión Soviética sobre la alemania nazi, atribuyéndole al gobierno de Joseph Stalin crímenes cometidos por Adolf Hitler.

De tal modo, en abril de 2022, la BBC, dependiente de la monarquía británica, aliada a Kiev, publicó como una gran revelación que el Ejército ucraniano presuntamente encontró «evidencia de lo que parecen ser horribles crímenes de guerra cometidos por las tropas rusas durante el mes que duró de ocupación», cerca de la región de Bucha, Ucrania.

Sin presentar evidencia, la BBC se limitó a citar al presidente ucraniano Volodimir Zelenski, quien dio la noticia, diciendo que se trataba de «lo que parecían ser» fosas comunes llenas de cadáveres lanzados presuntamente por el Ejército Rojo en el contexto de la segunda guerra mundial. El medio británico editorializó su nota llamando aquello «atrocidades», al mismo tiempo que sólo otorgaba medio párrafo a las declaraciones del representante de Rusia ante la ONU, Vassily Nebenzya, quien calificó el descubrimiento como una «provocación que fue escenificada» con el objetivo de deshumanizar al ejército ruso.

Revisionismo histórico a favor de Occidente

Pero el supuesto descubrimiento en Bucha como arma de propaganda anti-rusa no paró ahí. Tal parece que, lo que más convenía a Kiev y sus aliados occidentales, era poner el ojo en un hecho histórico ocurrido también durante la segunda guerra: la masacre de Katyn, en el este de Polonia.

Se trata del asesinato de 25 mil soldados prisioneros polacos, según diversas fuentes, a manos del Ejército nazi pero que, por arte de magia, el gobierno de Estados Unidos atribuyó a la URSS.

La propia BBC relaciona lo ocurrido en Katyn con el supuesto descubrimiento de Bucha, recalcando un supuesto «negacionismo ruso» de los actos. Y va más allá. El medio al servicio del imperio británico recalca que tal masacre «la Unión Soviética (URSS) hizo pasar con éxito como una atrocidad nazi durante medio siglo».

No es casualidad que tal narrativa salga a la luz en el contexto de la guerra ruso-ucraniana y que, semejantes atrocidades, sean «reveladas» medio siglo después, según cartas enviadas por soldados estadounidenses donde constan de que fueron los soviéticos, y no los nazis, quienes perpetraron la masacre.

La nueva versión de los hechos que busca convenir a los intereses de Occidente en Ucrania, ya había sido desmentida por el abogado y exdiputado soviético Yuri Maksimovich Slobodkin en un amplio estudio donde, entre otras fuentes, se citan informes de la Cruz Roja que datan que, los polacos en Katyn, fueron ultimados con armas nazis mientras el Tercer Reich ocupaba el territorio.

Cárcel para comunistas

Pero la contundencia de los hechos no sólo resulta insuficiente para las autoridades occidentales, sino que, en otra prueba de que la masacre de Katyn está siendo ocupada para criminalizar a todo lo que huela o se parezca a algo soviético (en la medida de que esto se relaciona con Rusia, no importando que el actual gobierno ruso sea heredero del golpe de Estado que puso fin a la URSS), se han elevado medidas para encarcelar a quienes sostengan que se está cometiendo revisionismo histórico.

Comunistas checos, a juicio. FOTO: Agencias

En la República Checa, las autoridades judiciales de ese país están organizando desde octubre de 2022 una represalia judicial contra representantes del Partido Comunista de Bohemia y Moravia —el segundo partido más grande de esa nación eslava y una de las organizaciones comunistas más votadas de Europa, parte del bloque de Izquierda en el Parlamento Europeo— por haber cuestionado la mentira nazi de la masacre de Katyn.

Se trata de los comunistas checos Josef Skala, Vladimír Kapal y Juraj Vaclavík, condenados por el tribunal de primera instancia de la República Checa a ocho meses de prisión cada quien, por haber refutado, con base en fuentes históricas, que la ejecución de aquellos soldados polacos no fue realizada por la URSS, como afirman representantes europeos y de Estados Unidos.

Estos juicios se enlazan con la intención, desde hace diez años, del gobierno checo de prohibir al Partido Comunista de Bohemia y Moravia. Por tales medidas le despojaron de su símbolo, la hoz y el martillo, al mismo tiempo que ilegalizó a su frente juvenil por oponerse a la propiedad privada y defender la socialización de los medios de producción, algo que es la esencia de la propuesta comunista.

«Fascismo y comunismo son iguales», dicen

La intención de algunos países de Europa por «prohibir los autoritarismos» ha llegado al extremo de equiparar al fascismo con el comunismo, convirtiendo a ambos en símiles. Sin embargo, a pesar de que países como Alemania prohíben la exaltación de la simbología nazi, sus reivindicadores pasan por encima de la ley pues los jueces determinan que priva la libertad de expresión.

No es el mismo trato que se da al comunismo, pues incluso el Parlamento Europeo ha intentado prohibir, ahí sí, a rajatabla, la propagación de la ideología socialista mediante una iniciativa del año 2019 que condena todo lo relacionado a esta postura política.

Demostración que equipara al comunismo con el fascismo en Polonia. FOTO: Agencias

Como era de esperarse, el movimiento comunista internacional sostiene una campaña de denuncia global sobre la nueva razia que quiere borrarles del espectro político europeo.

En un comunicado, el Partido Comunista Obrero Ruso denunció que la nueva ola anti-comunista sirve a los intereses de Europa y Estados Unidos sobre Ucrania, cuyo gobierno representado por Volodimir Zelenski exalta a figuras nazis como Stephan Bandera y Roman Sukhevich, colaboradores de Hitler contra la URSS.

Para el PCOR, la equiparación «falsa e hipócrita» de la ideología comunista con la ideología fascista es un disfraz de facto de la esencia fascista de estas leyes y una justificación no solo del nazismo de Hitler del siglo XX, sino también del fascismo estadounidense de hoy.

Declaran:

«La ideología comunista no sólo es exactamente lo contrario, sino que es antagónica, irreconciliable con el fascismo. El fascismo se basa en la dominación de los capitales más grandes y el culto a la propiedad privada, y el comunismo tiene como objetivo destruir la propiedad privada y la explotación, confiando en la propiedad pública en la economía. El fascismo divide a las personas y a los pueblos según las variedades y relaciones de subordinación en amos y sirvientes, y el comunismo presupone una sociedad de personas iguales y el libre desarrollo de todos».

Destacan que el intento de equiparar el comunismo con el fascismo se apoya en «argumentos inventados y ridículos» con el objetivo de solidificar el imperio del capital en occidente, lo cual se sirve de la ideología fascista para preservar sus intereses, así en Ucrania, Estados Unidos y Europa.

Beto Rodríguez Ángeles
Beto Rodríguez Ángeleshttp://viejopunk.com/
Periodista y escritor. Premio Nacional de Periodismo en derechos humanos "Gilberto Rincón Gallardo" 2009. Doctorante en Investigación y Creación Literaria por Casa Lamm.

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