Las mujeres enfrentamos diversas formas de violencia en el transcurso de nuestras vidas. Todas tenemos una historia que contar de cómo, cuándo y dónde nos sentimos vulneradas. Podemos expresarlo en denuncias, en foros o en charlas con otras compañeras. ¿Pero imaginas enfrentar la violencia en el silencio?
Thalía Alejandra sabe del silencio, es sorda de nacimiento y eso significa que tuvo una historia complicada y abusos no expresados.
Acerca del Día Nacional de las Personas Sordas, datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) de 2020 revelaron que en México existen 2.3 millones de personas que padecen discapacidad auditiva.
Thalía vivió violencia intrafamiliar por parte de su exesposo, violencia psicológica por familiares cercanos y acoso en todas sus formas. ¿Cómo lo puede denunciar si en México ni siquiera existen cifras oficiales de personas intérpretes de lengua de señas?
“Cómo les dices a los hombres ‘para’ o cómo escuchas lo que te dicen. No tenemos un intérprete todo el tiempo o incluso te encuentras personas que se hacen llamar intérpretes y no te comparten un mensaje correcto de la situación que estás viviendo”.
La Asociación Mundial de Intérpretes de Lengua de Señas (WASLI) revela que en este país el 60 por ciento de personas sordas utiliza la Lengua de Señas Mexicana como su principal medio de comunicación; sin embargo, menos del 5 por ciento de instituciones educativas cuenta con intérpretes o facilidades para estudiantes sordos.
Thalía, tiene 36 años, estudió sólo la primaria y actualmente es trabajadora del hogar, pero está aprendiendo, como puede, panadería; también cultura de belleza.
“En el sentido educativo hubo muchos obstáculos, no había entonces la Lengua de Señas Mexicana, todo era español y tuve complicaciones para el acceso a la información. Y pues siguen esos obstáculos. No terminé la secundaria porque en ese sector también la discriminación fue muy evidente por parte de la escuela”.
A Thalía le encantaría que las mujeres sordas conozcan sus derechos para que no permitan más situaciones de acoso en el ámbito laboral ni familiar. Más mujeres “que pudieran abrir los ojos, ver que ahora existen procesos de inclusión donde nos pueden escuchar”.
A pesar de los obstáculos, es madre de una mujer que estudia derecho en la Ciudad de México, a quien le ha inculcado romper todas las barreras que le impidan crecer. Desea que su otro hijo continúe con sus estudios. “Y si en algún momento también deciden ser intérpretes, nos ayudarían mucho”.
“Yo lo único que quisiera es que pensáramos en un futuro donde todas las personas de la comunidad sorda podamos acceder a servicios de educación dignos”.
Thalía rompió el silencio, derribó cada obstáculo y hoy puede comunicar cualquier situación de violencia hacia ella y hacia todas las mujeres sordas e históricamente olvidadas, como muchas de nosotras, las nadie, las hijas de nadie, las dueñas de nada, escribiría un tal Eduardo Galeano.
*Agradecemos profundamente la labor de Xóchitl Aguilar Rodríguez, intérprete de Lengua de Señas Mexicana, quien transmitió lo que Thalía quería expresar para esta entrevista.