A estas alturas, a nadie en el PRI le queda duda del excelente liderazgo que Érika Rodríguez Hernández ejerció como presidenta del Comité Ejecutivo Estatal de ese partido. Aún más, a nadie debe quedarle duda del mérito y significado que posee el hecho de que haya ganado la diputación local por Actopan, pudiendo, cómodamente, llegar al Congreso por la vía plurinominal. Como presidenta priísta, levantó a la organización de los escombros bajo los cuales se encontraba luego de las elecciones del 2018. Unificó a los liderazgos priístas; de modo que, bajo su dirección, pactaron la unidad del Partido los ex líderes tricolores, incluyendo el grupo de Miguel Osorio, el grupo La Joya y el grupo Huichapan, los que, unos años antes, parecían irreconciliables. A nadie, pues, le quedó dudas de que la conducción del partido era con ella y, con esa autoridad, supo hacerles entender a los antiguos y nuevos líderes que el primer priísta es el gobernador Omar Fayad Meneses, y en esa lógica disciplinó a toda la estructura. Resistió los intentos de sabotaje interno. Rescató las finanzas de un partido que, antes de ella, le habían saqueado hasta las tazas de café. Y por si eso no fuera poco, levantó el poder electoral del Revolucionario Institucional en las elecciones municipales del 2020, ganando 32 Ayuntamientos. Antes de Érika Rodríguez, el PRI sólo gobernaba en 16 municipios; con ella, multiplicó por más del doble sus triunfos. Y en las pasadas elecciones legislativas, le arrancó a Morena uno de sus distritos estrellas, en pleno Valle del Mezquital. Con esas credenciales, la diputada electa por Actopan se perfila para ser la próxima coordinadora de bancada del tricolor en la Legislatura hidalguense. No hay quien, ni de cerca, que lo merezca más.
Tiene todo ÉRIKA RODRÍGUEZ para ser la LÍDER del PRI en el próximo CONGRESO
