El pasado 7 de enero, un hombre, adulto mayor, fue encontrado muerto en el canal de aguas negras que corre en medio de la avenida Felipe Ángeles, a la altura de la colonia Venta Prieta; esto es, muy cerca de la 18va Zona Militar, del Centro Minero que alberga importantes secretarías de estado y a menos de trescientos metros de un sector de alta plusvalía de la capital de Hidalgo. Se trató de un nombre de 63 años que habitaba en la calle y, a pesar de deambular por un lugar de alto tránsito, parece que nadie vio cuando falleció. Pareciera que sólo apareció ahí, muerto, anónimo.
Pero no era un fantasma en la ciudad. Era un rostro que pudo tener la posibilidad de sonreír alejado de las calles. De manera que su deceso es una muestra de lo que mucho que tiene (y debe) hacerse para reconocer y garantizar los derechos de la población en situación de calle pero que, lamentablemente, aún no se hace en Hidalgo. Es una deuda histórica y se está haciendo muy poco o casi nada para ayudarles.
Pamela Álvarez, presidenta de la Asociación por la Inclusión y los Derechos Humanos, quien acaba de ganar la medalla “Aurora de plata” por su trabajo con población callejera a través del Refugio Invernal, confirmó que casos como éstos ocurren porque las personas que habitan en la calle se encuentran en “abandono y vulnerables”. Además, comentó que el hombre que falleció enfrentaba dificultades de salud mental.
¿Pudo evitarse su muerte? ¿Pudo ser atendido a tiempo, rescatado y rehabilitado? Sí, comentó Álvarez. Pero, para lograrlo “se necesita un trabajo interinstitucional y en conjunto con las organizaciones que conocen la problemática y tienen la experiencia necesaria”, recalcó la activista. Agregó que todo iría mejor si se legisla sobre los derechos de las poblaciones callejeras: “el trabajo debe ser de fondo, desde una legislación que responda adecuadamente a las necesidades del estado y de las poblaciones vulnerables”, dijo.
Es enfática al comentar que casos como éstos pueden evitarse si se actúa a tiempo. “Durante el 2023 atendimos diversos casos similares a este que nos dieron la experiencia de que, cuando se interviene a tiempo, sí se puede salvar la vida”.
El problema es que no existe en Hidalgo una política para atender y cuidar adecuadamente a las personas en situación de calle. Al respecto, Pamela Álvarez abunda que su organización ha encontrado muchas personas adultas mayores que se encuentran abandonadas y son vulnerables; pero la situación se agrava cuando son enfrentan algún problema de salud mental, motriz o las dos al mismo tiempo.
“Cuando estas condiciones se juntan, el riesgo y la vulnerabilidad es mayor, lo cual vuelve sumamente complicado que puedan sobrevivir por sí solos”, dijo. Y ese fue el caso del hombre por el cual la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo informó que comenzó las indagatorias correspondientes. Vestía una chamarra azul y un pantalón café, pero ya no se le verá en la vera de Venta Prieta con su andar pausado y su presencia silenciosa.
