El 28 de agosto pasado a las 17 horas, un grupo de alumnos del Instituto de Artes de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) se manifestaron en contra de la designación de la directora del plantel, para ese entonces María Teresa Paulín Ríos ya había sido ungida como nueva cabeza de este centro educativo, días antes, el 25 de agosto.
Pero la consigna de los estudiantes era clara, no querían a la doctora debido a un presunto historial de maltratos psicológicos que los jóvenes revelarían días después, la poca empatía que la maestra mostraba con su alumnado, también había influido en que ellos no quisieran que estuviera al mando de la escuela.
Fue así como los alumnos se atrincheraron en las instalaciones ubicadas en Real del Monte, forcejearon para tomar los espacios del instituto contra un Consejo Estudiantil Universitario que para ellos dejó de representarlos, se quedaron haciendo guardias en una protesta pacífica en la que el arte era su máxima expresión.
Con el llamado #UAEHEscúchanos, empezaba el movimiento estudiantil RebelArte, en el que los estudiantes “protestaban lo necesario”, a través de lo que han aprendido durante los años o meses de formación académica: arte. El movimiento puso en marcha bailes y programas culturales, todo con la petición de ser atendidos por el rector Octavio Castillo Acosta, para una solución mediante el diálogo.
La primera reunión
Habían pasado tan solo 2 días y los jóvenes se reunían por primera vez con María Teresa Paulín Ríos, algunos maestros del instituto, el presidente del Consejo Estudiantil José Esteban Rodríguez, la oficina del rector y la presidenta del Sindicato Único de Trabajadores de la UAEH (SUTEUAEH).
Sobre esta reunión que se llevó a cabo el 30 de agosto, el rector dijo que ellos propusieron mesas de trabajo y que los estudiantes quedaron de informar la resolución, si aceptaban o no “lo cual no ocurrió”, dijo en conferencia de prensa.
En dicha reunión los alumnos entregaron el pliego petitorio, un comunicado oficial y las 586 firmas que avalaban y apoyaban el paro, sin llegar a ningún acuerdo, el plazo de 48 horas que se había estipulado, se iba a extender a 72, haciendo el llamado al rector de presentarse para abrir conversación.
La comunidad estudiantil que se instaló en el IDA, pidió así víveres a la sociedad en general, pero también solicitaban testimonios de quien hubiera recibido malos tratos por parte de la doctora Paulín Ríos y llegaron, exalumnos contaron los supuestos apodos, las supuestas situaciones incómodas, los supuestos malos tratos, colectivos respaldaron a los jóvenes, posicionamientos se leyeron a las puertas de la escuela.
Un grito en la FUL
Para el 1 de septiembre, el instituto se quedó sin energía eléctrica, un día antes las instalaciones sufrieron un apagón y hasta el momento se continua sin luz y sin agua, la UAEH anunció que las clases del Instituto de Artes se reanudarían en el Edificio Central de Abasolo.
Eran los días en los que la Universidad se viste de gala y celebra uno de sus eventos más importantes: La Feria Universitaria del Libro; los estudiantes tomaron el espacio para hacerse escuchar, quizá aplicando el dicho de “Si la montaña no va a Mahoma”, se manifestaron en pleno concierto de cierre de feria pidiendo de nueva cuenta la salida de la directora.
El diálogo no se llevó a cabo, los alumnos vieron cómo Octavio Castillo Acosta abandonó el Polifórum Carlos Martínez Balmori y la declaración oficial dada ese mismo día reconocía la manifestación de los estudiantes, asegurando que no se reprimía, no se intimidaba, ni se amenazaba, pero que lo que habían hecho los estudiantes lastimaba el prestigio de la UAEH.
Una nueva manifestación se realizaría, era el 5 de septiembre cuando los alumnos del IDA se reunieron en el Reloj monumental para desplazarse hacia Plaza Juárez, donde casualmente, se llevaba a cabo el Primer Informe del gobernador Julio Mechaca Salazar, unas vallas a medio camino hicieron que no llegarán a su objetivo y decidieron terminar la manifestación en las escalinatas de Abasolo, donde más vallas metálicas los esperaban.
La segunda reunión fallida
La luz parecía salir para todos cuando se pactó una reunión para el 11 de septiembre, día en el que se cumplían dos semanas de paro, de acuerdo con los jóvenes sería algo público, con el rector presente y los voceros de las licenciaturas impartidas en el IDA, pero llegaría el la fecha y a primera hora del día, la institución educativa sacaría un comunicado informando la cancelación de la reunión.
Su argumento era que el canal de comunicación con los estudiantes era inconstante, línea que hasta el momento continúan repitiendo para explicar por qué no se han podido reunir con los alumnos.
“Se acordó que los comunicados se publicarían de manera comjunta, se acordó también que los estudiantes darían su respuesta, información y propuestas con oportunidad para llevar a cabo la mesa de diálogo, lo cual no ocurrió”, expresó el rector.
Dijo que, por el contrario, el domingo 10 de septiembre, violando el previo acuerdo, a las 22:30 horas aproximadamente, los estudiantes sacaron el comunicado unilateralmente, donde informaban que la mesa sería en el Edificio Central de Abasolo 600.
Pero de acuerdo con el estudiantado, fue la misma universidad quien les llamó el domingo por la noche para cancelar; el 13 de septiembre, finalmente en las oficinas de Torres de Rectoría, se recibió a una comisión asignada por los estudiantes quienes presentaron su pliego petitorio, propuesta de mesa de trabajo y diálogo, así como un recurso de queja.
Catarsis: la toma de Abasolo
Transcurridos 6 días más de paro, el lunes 18 se cumplieron 3 semanas de protesta y este 19 de septiembre, los alumnos marcharon hacia Abasolo para hacer otra manifestación, tomaron una unidad del transporte universitario, que hizo que la UAEH decidiera suspender el servicio y amagó con realizar las acciones legales correspondientes.
Estudiantes intentaron vencer las vallas metálicas, lo lograron, traspasaron las puertas de madera y entraron al Edificio Central, los recibirían trabajadores de la institución académica y alumnos del Consejo Estudiantil, entre ellos su presidente, Esteban Rodríguez, el estudiantado acusó a la universidad de represión y ataques con gas pimienta y agresiones físicas.
La Universidad por su parte, sacó un comunicado la noche de este martes, donde acusa que un grupo de personas irrumpieron “de manera violenta, destruyeron las instalaciones y agredieron a la comunidad universitaria”, desmintió además que esté cerrada al diálogo y sostuvo que la razón es que los canales de comunicación siguen siendo inconstantes.
En voz de los alumnos del IDA
Para las y los alumnos del IDA, desde el día uno han esperado una respuesta sólida de las autoridades de la máxima casa de estudios de la entidad, pero dicha respuesta no ha llegado.
«El día de esa semana (la primera), el jueves, hicimos la primera entrega del pliego petitorio, el recurso de queja y el de no represalias, nos recibió el subsecretario general Daniel Sánchez y continuamos con el movimiento igual, no tuvimos respuesta alguna, aunque nos confirmaron que ya tenía (el rector) los documentos», aseguraron en entrevista con Desde Abajo.
Según el estudiantado, para cuándo se acordó la segunda reunión, fue la universidad quien canceló pasadas la 11 de la noche, sin embargo en su comunicado enviado con fecha del 11 de septiembre, la misma universidad cita: «A pesar de nuestros esfuerzos, durante el fin de semana, para coordinar el encuentro, el canal de comunicación ha sido inconstante «.
Fue en la segunda semana cuando los estudiantes se dirigieron a rectoría, entregaron un documento oficial donde solicitaban una audiencia con el rector donde solo entrarían 5 personas: un representante de cada programa educativo y una representante del movimiento estudiantil
«Quedamos para el miércoles, entregamos pliego petitorio, recurso de queja, uno para la no represalias y las mesas de diálogo, nos quedamos pendientes de las respuestas, no obtuvimos respuesta y ya fue cuando se sometió a votación para irnos a otros lugares ya que la comunicación fue nula por parte de ellos y el rector pues siempre lo ha negado», expresaron los jóvenes.
Los estudiantes afirman que la universidad está intentando encubrir lo que está pasando, incluso han tratado de desviar la atención del problema con cuestiones como un puente por la conmemoración del 123 aniversario de la Independencia de México «la universidad jamás da puentes… ya estaban como queriendo eliminar el movimiento», mencionaron .
¿Qué es lo que piden los alumnos del IDA?
Aunque para el estudiantado, el que se quedara la doctora María Teresa Paulín Ríos su directora, fue la gota que derramó un vaso que ya contenía muchas cosas, principalmente – según ellos – la cero empatía y comunicación por parte de la universidad y el consejo con el alumnado.
Dijeron que un punto y aparte son los maestros que presuntamente han acosado sexualmente a muchas alumnas y que siguen impartiendo clases en las aulas del IDA. «Porque los encubren los directivos o la misma universidad», dijeron.
Demandas sobre más instalaciones, planes de estudio, académicos competentes, entre otros puntos, son lo que los alumnos piden para Octavio Castillo, quien hasta el momento, no ha respondido a un pliego que, suponen los alumnos, ya debe de tener en sus manos.
«Se pide la destitución porque ella tampoco representa a la comunidad, ni se preocupa por ella; en el pliego ya añadimos muchísimas cosas, como lo es nosotros escoger a los coordinadores de nuestras carreras, porque realmente los que hemos tenido no han hecho valer nuestras peticiones ni nada», enumeraron los estudiantes.
El gobierno del estado como mediador
A decir de los estudiantes del movimiento, sí ha habido acercamiento con Julio Menchaca Salazar, incluso han pospuesto la reunión ya que buscaban primero el diálogo con rectoría; con los sucesos del martes, el ejecutivo estatal les propuso ser los mediadores si el rector sigue sin escuchar.
«El gobernador se ha informado de todo lo que ha pasado aquí, en seguridad ellos han hecho rondines y sí les hemos dicho que si algún alumno sale del instituto que no lo vayan a levantar o violentar y hasta el momento no hemos tenido ningún percance de abuso de poder de parte de las autoridades», afirmaron.
Entre rumores de un posible cierre de las instalaciones de Real del Monte, la unidad de los demás institutos y escuelas superiores, y las denuncias que ya fueron presentadas en contra de quienes violentaron a alumnado y padres de familia, el movimiento estudiantil Rebel – Arte, tiene claro que ya no solo es destituir a un directivo.
La otra cara de la moneda, la declaración del rector
Luego de que este martes, alumnos de los diferentes institutos que se ubican en la capital hidalguense, realizarán paros en apoyo a sus compañeros del IDA, Octavio Castillo Acosta, rector de la UAEH, ofreció una conferencia de prensa a medios de comunicación, en donde apuntó que las agresiones fueron de parte de los alumnos al mostrar fotos en donde una persona sostiene un extintor.
«Principalmente, queremos generar consciencia, de que realmente la unidad del alumnado sí hace la fuerza y que más allá de conseguir ciertos puntos se puede conseguir el mejoramiento de nuestra universidad, se busca mucho la concientización de los compañeros y lo vamos viendo desde otros institutos que ya se animaron a manifestarse y creo que es algo muy benéfico para nosotros», concluyeron.
El primer universitario relató que 9 personas secuestraron una unidad del transporte universitario, obligando al conductor a bajar; otro grupo más se congregó frente al mercado 1 de Mayo con palos, tubos y otros objetos de peligro, trasladándose al Edificio de Abasolo.
“Se abalanzaron contra el personal de la universidad de manera violenta, posteriormente el contingente se dirigió a las puertas del inmueble… hicieron destrozos e ingresaron violentamente, con los mismos materiales rompieron objetos en los que se incluye y destaca el símbolo universitario que es la Garza”, contó Castillo Acosta.
Agregó que los estudiantes evidenciaron que su objetivo era secuestrar a María Teresa Paulín Ríos, quien tuvo que ser protegida y extraída el edificio por parte de los alumnos de la institución, resaltó que a pesar de que quienes tomaron el edificio llevaban la cara cubierta, no son alumnos ni padres de familia.
Informó además que recuperaron el Instituto de Artes de manera pacífica, aunque en redes sociales los videos que circulan muestran cómo personal ingresa a la fuerza con gases, alumnos acusaron de agresiones en ese episodio; sin embargo, el grupo inconforme retomó la sede el sábado 23, al tiempo que se mantenían los paros, más suspensión de clases oficial, en los Instituto de Ciencias de la Salud (ICSa), Sociales y Humanidades (ICHSU), Económico Administrativas (ICEA) y Básicas e Ingeniería (ICBI), «hasta nuevo aviso».
Pero un momento de quiebre ocurrió este lunes 25 cuando la UAEH anunció la renuncia de la directora María Teresa Paulín, quien así lo habría presentando ante el Consejo Universitario y éste, a su vez, aceptado su separación del cargo. El hecho marca un precedente pues se cumple el primer objetivo del movimiento estudiantil; sin embargo, anunciaron que los paros no se levantarían hasta que se cumpla la totalidad de su pliego petitorio cuyo eje central, ahora, es la renuncia del rector Octavio Castillo, tras los ataques sufridos en el edificio de Abasolo del 19 de septiembre y, en suma, la liquidación del grupo de poder universitario conocido como La Sosa Nostra.
