«Una no es ninguna, dos es la mitad de una, tres apenas es una y cómo una no es ninguna pues vuelvo a comenzar». Así, con la intención de rescatar las tradiciones de Pachuca, la Fundación Arturo Herrera Cabañas reanudó su tradicional recorrido de «Cantina en Cantina» por las mejores barras de la ciudad; un paseo que comenzó en el año 2013 y que se había realizado anualmente sin dejar caer el codo, hasta que llegó la pandemia.
Hasta que en este abril de 2023, el tradicional recorrido volvió a salir a las calles. En esta ocasión iniciaron en la Fundación Herrera Cabañas donde casi cuarenta personas degustaron un pulquito, elixir de los dioses, para después dirigirse a la cantina de Don Cuco en el popular barrio del Arbolito, donde probaron un curado de fresa. Posteriormente caminaron por céntricos callejones para llegar al Tratado de Versalles, dónde el dueño explico un poco de la historia de esa cantina que lleva tres generaciones y que su abuelo atendía a mineros de la época cuando todavía había minas, a mediados del siglo XX.
Luego, a la siguiente cantina. El grupo se dirigió a La Tapatía, salón con más de cien años de existencia para degustar las tradicionales «chavelas» y «mojitos». Posteriormente se dirigieron a La Estudiantina y de ahí los famosos rones de Don Chino de el Surtidor, menjurje preferido de los necesitados, a tan sólo 14 pesos. Para terminar, los pasos tambaleantes de la comitiva se dirigieron hacia el Salón Pachuca dónde su dueño, el ya conocido Mateo, esperaba al grupo con sus famosos guisados y curado de coco.
Mejor les dejamos las impresiones de este sabroso recorrido, resulta muy difícil tomar las fotos con una mano. Y hablando de tomar…
